La Mágica Eclosión
El otro día fui testigo presencial de la eclosión íntima y confidencial de una hermosa mariposa.
Fue de repente y sin avisar, cómo suelen suceder las cosas dignas de contar.
En pocos segundos, lo que había sido un simple capullo encogido se convirtió en un magnífico animal,
de alas anchas y presencia espectral.
Cómo explicar lo increíble que fue observar aquel vendaval...
Los mismos hombres distraídos que antes persiguieron el balón, ahora lo movían con astucia y fruición.
El revoloteo incontrolado me golpeó el corazón y tuve que rendirme ante la belleza de cada gol.
Juventud; ése es el nombre de la nueva mariposa, la que da sentido a cada cosa, la que arrecia, apabullante, con una catarata de color.
Qué elegancia... Sí señor.
Fue de repente y sin avisar, cómo suelen suceder las cosas dignas de contar.
En pocos segundos, lo que había sido un simple capullo encogido se convirtió en un magnífico animal,
de alas anchas y presencia espectral.
Cómo explicar lo increíble que fue observar aquel vendaval...
Los mismos hombres distraídos que antes persiguieron el balón, ahora lo movían con astucia y fruición.
El revoloteo incontrolado me golpeó el corazón y tuve que rendirme ante la belleza de cada gol.
Juventud; ése es el nombre de la nueva mariposa, la que da sentido a cada cosa, la que arrecia, apabullante, con una catarata de color.
Qué elegancia... Sí señor.
3 comentarios
enfadao -
felip -
Anónimo -