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RustypetaS

La virtud del silencio

En el silencio —¡Sólo en el silencio!— mora la reflexión. Se convierte en virtud, si se ejerce en su justo momento.

Saber callar, cuando no te gusta lo que vas a decir, es de sabios. Y es que más vale ser dueño de tus silencios, que esclavo de tus palabras. Prefiero el silencio al ruido. Sólo en silencio puedo escucharme. 

Quedar en silencio, es no moverse para no estropear nada.Es signo de un profundo respeto por el entorno.Es un sutil acto de comunicación, carente de agresividad, de todas todas sostenible o, como mínimo, respetable. 

Quien calla otorga, es cierto,... pero otorga un margen a la reflexión.A la composición de lugar. En este caso, el lugar de la derrota.

Es un tránsito necesario, un lamerse en calma las heridas, parano herir a quien le toca celebrar, a quien no tiene porqué soportar las palabras de queja, los peros, reproches y calenturas rivales. 

Hay silencios cobardes... pero también silencios prudentes. Silencios reflexivos y humildes. Silencios que quizá merezca la pena escuchar con más atención.  

Sólo en silencio se pueden escuchar las palabras. Sólo la reflexión permite atinar con las palabras.

Sólo si callo, primero, digo lo que pienso después:  Felicidades Pericos, la alegría —incluso la futbolística— nos quiere un ratito a todos.

Gil bol

2 comentarios

vic, amante de los silencios bien puestos -

Gracias, ese FELICIDADES PERICOS me llena y me suficiente!!

tamudinho -

Tu si q vales nen!