Los del canguelo... se rinden a la evidencia

Tomás Guasch | 14/05/2009

A medida que caían los goles de este Barça imponente se me aparecía la cara de Florentino... que esta mañana salta al ruedo. Me acercaré a oírle. Después de lo de anoche cabe la posibilidad de que haya convocado a la Prensa para hablarnos de su receta para superar la crisis económica. Incluso de la píldora del día después. Si lo hace para confirmar que se presentará a las elecciones a la presidencia del Real Madrid confirmaré que Butragueño tiene razón: es un ser superior. Uno normalillo ve al Barça de ayer, sale corriendo y no para hasta pasado Finisterre.

Porque da miedo el Barça. Hay que asumir que los demás juegan a una cosa y él, a otra. Esté o no Iniesta, juegue o no el revivido Henry. Es una máquina que aplastó la noble resistencia del Athletic que incluso abrió el marcador y dio todo lo que pudo: ante otro rival hubiese sido mucho seguramente, ante el de ayer le valió finalmente para salvar el honor. El gol de Touré, un central reconvertido, lo hubiera firmado Messi y fue la clave. El gol que le dio al equipo la tranquilidad para firmar una segunda parte fabulosa. Ganó el mejor sobre el terreno de juego, un equipo que va a hacer historia. En ilusión y amor a los colores, los vizcaínos no perdieron. Ésta no fue su Copa; en el futuro alguna le llegará.