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RustypetaS

que vuelen los pájaros...

Los últimos rayos del sol languidecen en el algodonado horizonte,
y yo, encaramado a mi montaña de hormigón, observo como la noche,
lenta y despiadadamente, comienza a descender por las fachadas.

Dos caladas apuran este canuto como el viento del ocaso apura el día.
Y el asombro del sublime me sorprende al mirar aterrado desde la altura
cómo esos seres se mueven por el tablero sin saber de su insignificancia y,
encallados en el laberinto urbano, piden viento favorable sin tener un rumbo.

Los días pasan y pasan a ser recuerdo...siempre exagerado, siempre idealizado,
y nuestros sueños revolotean como pájaros encerrados en jaulas de carne.
La noche se ha cerrado y vuelvo con renovado vigor a mi hexágono,
a seguir trabajando, claudicando, resignándome...por no sé qué fin,
pero sabedor de que quizá el secreto de la felicidad consista
en dejar volar esos pájaros oníricos, aun a riesgo de que se estrellen.

x Javi

3 comentarios

ese richal -

¡"...en jaulas de carne."!
Inmejorable, vaya recursos!!!

Berni -

Mientras observo por la ventana de mi habitacion como llora la lluvia sobre la tierra húmeda del norte de Europa, descubro, por mi asombro, que vivo rodeado de amigos intelectuales...
Aqui, en la comarca, no paro de pensar en como podré continuar adelante después de esto...Si la monotona vida continua y nos resignamos a aceptarla, será una triste derrota que perdemos sin saber por qué...Sin embargo, confio en que los pajaros oníricos de la felicidad sigan volando sin rumbo, sin miedo...y si se estrellan...al menos habran volado

felip -

gracias, javi, por la clarividencia.